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Con demasiada frecuencia, las personas que no estaban acostumbradas a llevar gafas antes de los 40 años tienen dificultades para adaptarse a sus gafas de lectura. Por ello, los llevan muy poco y los pierden con regularidad.
Por eso, además de trabajar en el aspecto estilístico de nuestras gafas, hemos intentado que sean lo más cómodas posible. Así no tendrás problemas para mantener tus gafas en la nariz. Cuando no quiera llevarlos, puede guardarlos en su estuche ultraplano y simplemente deslizarlo en su bolsillo o ponerlo en su mesita de noche.
También hemos procurado trabajar con materiales de calidad para garantizar que pueda conservar sus gafas durante mucho tiempo.